lunes, 14 de septiembre de 2009

Circo, Maroma y ... ¿qué?

El inconfundible Circo de México, ahora con pistas múltiples se complace en presentar su más reciente adquisición.

Prestidigitador, malabarista y cantante, directamente desde tierras latinoamericanas,
de Bolivia para el mundo, llevando un mensaje de paz y solidaridad.
Prepárense, porque están a punto de ver al hombre, al
artista, al genio que es capaz de proesas nunca antes imaginadas...
Sí, véalo hoy, es su única oportunidad, porque en cada acto se juega la vida...

Sólo él es capaz de "secuestrar" un avión con un par de latas y un relojito...

Sólo él es capaz de saltar a la fama, cantando peor que Lupillo Rivera
.
Véalo pasear de un lado a otro sin levantar sospechas.
Véalo esquivar tres puntos cruciales de revisión, incluyendo una sofisticada máquina de Rayos X.
Y véalo en su acto más temible, el más impactante, por aquel que será recordado inclu
so después de su paso efímero por este mundo...
Así es, véalo desviar la atención de un país entero y de los noticieros más importantes de la TV mexicana, vea como hace que durante un día nadie hable de los terribles im
puestos que acaban de anunciar el día anterior.
Véalo construir una enorme cortina de humo con dos latas de "Jumez", tierrita y un par de calcetines.

Y todo esto, asómbrese, sin perder la sonrisa, sin dejar de ser amable y agradecer a las autoridades mexicanas por su buen trato, y mascando chicle (al parecer del que vendían los polis federales, a decir de un legislador cancunense).

Así es, hoy podrá conocer a nuestra máxima atracción: el Pastor José Marc Flores Pereira (fanfarrias)
.


No deje de ver nuestros entremeses cómicos con los afamados paya
sitos mexicanos: Juanito y Pejejín (más chistosos que los chicharrines).





No se pierda también los actos de magia: direc
tamente desde el rancho La hacienda, Agustín "La alcancía humana" Carstens, pero ponga atención, porque estos son actos simultáneos.

Llegue temprano para que alcance a ver la bienvenida de nuestro Jefe de Pista: Felipín Calderas.

¿Fin?

Gracias.
Hasta la próxima

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